
"Si supieran cuán solo están los jefes de estados y los que se creen importantes, allá arriba en sus cimas de poder. En realidad, no saben en quién confiar.
Yo les digo que confíen el Altísimo y en sí mismos, pero que obren bien, pensando en la sociedad y no en su propio interés y egoísmo. Lo he visto con lagrimas en los ojos, y las voces entrecortadas, hablarme de sus soledades y de su necesidad desesperadas de fe."