
La totalidad de los centauros, con excepción de Quirón, son formas de vida infernal con una natural tendencia al desorden y al apego de los deseos ínmediatos. Como Minerva en el quattrocento, enfrentalos sin temor y a la luz de la razón.
La totalidad de los centauros, con excepción de Quirón, son formas de vida infernal con una natural tendencia al desorden y al apego de los deseos ínmediatos. Como Minerva en el quattrocento, enfrentalos sin temor y a la luz de la razón.